
Tendrían que pasar 107 años para que el Chelsea FC pudiera conquistar su primera Champions League. El equipo de Roberto Di Matteo logró quedarse con la preciada copa tras derrotar en penales a un Bayern Munich que jugó mejor a lo largo del partido, pero no supieron concretar todas las ocasiones de peligro que tuvieron.

Un Chelsea que supo mantener el marcador y responder en el momento determinado para llevar el partido a su beneficio, en este caso a los penales. Sin olvidar a la gran figura del partido, Didier Drogba, que tuvo un partidazo logrando dos goles para darle el triunfo al equipo «Blue», uno de cabeza y otro en la serie de penaltis para definir el partido.
Un partido lleno de emociones, con poca precisión pero mucho entusiasmo por parte de ambas escuadras. Un Chelsea enfocado en defender su posición y buscar el contragolpe contra un Bayern Munich que buscó la victoria durante todo el encuentro pero falló mucho en el último toque. Se dio el partido que todos esperábamos, cada uno en su papel, con diferentes ideologías de juego y que al final ganó el que menos perdonó.
Con este triunfo, el equipo del multimillonario, Roman Abrahamovich, logra su primera «orejona», la primera Champions League de su historia
Por Diego Arrioja