Los Ravens de Baltimore se llevaron su segundo Super Bowl en su historia al derrotar al equipo favorito de los 49ers de San Francisco en un partido de ida y vuelta con grandes emociones por parte de los dos equipos.

El partido empezó muy favorable para los Cuervos de Baltimore que anotaron en la primera oportunidad que tuvieron para ponese al frente del marcador. Un gran pase de 13 yardas de Joe Flacco para Anquan Boldin. Desde ese momento, los Ravens estuvieron al frente y mantendrían su ventaja hasta el final del partido.

Al terminar el medio tiempo, las cosas no pintaban nada bien para San Francisco ya que se iban a los vestidores por un marcador de 21-6. Después del espectáculo de medio tiempo por parte de la cantante Beyoncé; regresaron los equipos al terreno de juego y en el regreso de la patada de los 49ers, Jones se llevó el balón desde su propio touchdown para recorrer 109 yardas y extender la ventaja por 28-6.

Todo parecía terminado para el equipo de San Francisco, hasta que algo inesperado sucedió: las luces del estadio se apagaron parcialmente durante 30 minutos, esto le dió tiempo para el coach Jim Harbaugh y su equipo para reacomodarse y empezar el alirón de puntos y quedar muy cerca de los Ravens tras varias anotaciones a tan solo dos puntos de distancia.

Al final no le alacanzó al equipo de los 49ers y los Ravens se proclamaron campeones del Super Bowl XLVII en Nueva Orleans.

Por Diego Arrioja