Ya han pasado más de 24 horas del partido más mediocre de la selección mexicana en los úlítimos años. Un equipo mexicano que no mostró carácter, falta de personalidad, sin garra y sin idea para jugar fútbol en la cancha de San José.

Se ha hablado a la saciedad de lo mal que jugó la selección y del poco merecimiento de estar en el repechaje, pero una cosa queda clara, el nivel de la CONCACAF permite este tipo de sorpresas y no podemos voltear la cara al mal nivel que existe en el área, quitando el buen papel de la selección de Estados Unidos. El Tri no ha mostrado ningún cambio desde que llegó Víctor Manuel Vucetich, se hablaba de que podía cambiar la cara de un equipo muy quemado por el proceso del Chepo de la Torre, pero en dos partidos no hemos visto nada diferente, una genialidad de Raúl Jiménez le dio la victoria ante Panamá y no por su nivel de juego.

Con esto queda claro que hay dos grandes problemas en el Tri, en primer lugar sabemos que la gran culpa de este fracaso es por parte de todos los jugadores, TODOS, no podemos echarle la culpa al «Chicharito» Hernández por fallar varias oportunidades de gol o a Memo Ochoa que se comió un gol contra Panamá en el Azteca. Es la falta de testosterona y deseo de ganar que no se vio en Costa Rica. Es increíble que se les haya olvidado jugar fútbol en el partido más importante del Hexagonal, es un problema de mentalidad lo que acecha al equipo. El otro problema es arriba, las malas decisiones por todos los dueños del fútbol, por Decio de María y Justino Compeán que solo quieren ver el negocio y no les interesa la calidad del fútbol mexicano.

Queda otra oportunidad para ir al Mundial de Brasil 2014, hay que saber aprovecharla y no echarla por la borda por el mal paso que se vive ahora. Es momento de sacar la casta!

Por DIego Arrioja