Por Diego Arrioja

Otra edición de la Copa MLS llegó a su fin, con un final no apto para cardiacos se llegó hasta la serie de penalties en un clima totalmente invernal. El Sporting de Kansas City recibió como local al Real Salt Lake en el Sporting Goods Park con un clima gélido de 21 grados Farenheit (-6 C) pero el ambiente de los locales en las gradas que no pararon de alentar a su equipo en todo momento.

El partido comenzó bastante ríspido para los dos equipos ya que la cancha se encontraba practicamente congelada y era imposible jugar bien al balón con esas condiciones. Aún así, los locales trataron de imponer el ritmo a pesar de una lesión inesperada de uno de sus jugadores clave, Oriol Rossell, que tuvo que salir al minuto 8 tras una lesión en el tobillo. El primer tiempo terminaba cero por cero.

Ya en el segundo tiempo llegaba la sorpresa de los visitantes, Alvaro Saborío al minuto 51 le daba la ventaja al RSL al resolver de manera excelsa un gran remate que controló de pecho y batió al portero con una gran asistencia de Kyle Beckerman. Con este resultado en contra, el Sporting KC se fue al frente con más actitud que calidad y llegaba el empate por medio de Aurelien Collin de cabeza al minuto 76.

Los 90 minutos se terminaban y el tiempo extra no le daba la ventaja a ninguno de los dos equipos, todo se tuvo que concluir en la serie desde los once pasos. Una tanda de penales bastante tensa ya que hubo varias fallas por cada equipo y hasta 20 tiros en total desde el manchón penal. Al final Lovel Palmer que entró de cambio al minuto 72 estrelló su tiro en el travesaño y con esto el Sporting de Kansas City es el nuevo campeón de la MLS.