Por Diego Arrioja
El «caso Lavolpe» es el tema más sonado en el fútbol mexicano, otra vez Jorge Vergara en el ojo del huracán para despedir a un director técnico más, Ricardo Lavolpe, sale por la puerta de atrás mucho antes de lo que todos esperábamos y sobre todo sale por un motivo que sorprende a todos, una presunta «agresión física/sexual» a la podóloga del equipo, Belén Coronado.
Esta semana la ansiada Liguilla MX ha perdido el protagonismo ante este escándalo. Un tema que es sumamente delicado ya que se ha dañado la integridad de una persona y deja en claro que las Chivas como organización ha perdido respeto y credibilidad en el fútbol mexicano.
La época Vergara en Chivas se ha vuelto una pesadilla para muchos de sus seguidores y para la reputación de un club con muchísima historia y riqueza en el pasado. Hoy las Chivas son un chiste, no por sus jugadores ni seguidores pero si por la mala gestión y el mal manejo deportivo. En lo económico todo lo contrario, sabemos que Vergara es un hombre de negocios y no de fútbol
Quizá nunca sabremos la verdad de este nuevo escándalo que mancha a una institución, desnuda los intereses de mucha gente como el caso de promotores y directivos y deja una marca permanente en una persona que dificilmente se podrá deslindar de ella en el futuro cercano. Es muy difícil juzgar sin saber realmente la verdad.
Lo que si sabemos es que las Chivas estarán luchando por el descenso, empezará otro proceso en la peor situación deportiva y extra deportiva del club y el daño a Ricardo Lavolpe ya está hecho, pase lo que pase. Este rebaño que alguna vez fue sagrado, hoy lentamente se va desangrando…